miércoles, 5 de octubre de 2011

1. Evolución de la Escuela Sueca
    Siguiendo la línea de evolución iniciada por Hjalmar Ling se desarrollaron posteriormente tres nuevas manifestaciones que se enmarcan dentro de la Corriente Neosueca:

Manifestación Técnico-Pedagógica
     Se considera como la manifestación más próxima a los sistemas educativos debido a su gran vinculación con la infancia y la Educación Física, enmarcándose también dentro de lo que se conoce como gimnasias suaves y que pretenden combinar el espíritu analítico y correctivo con el carácter lúdico y natural del movimiento.
    Esta tendencia está representada por diversas autoras como Elli Björksten (1870-1947) quien desmilitariza la concepción gimnástica de Ling en la educación de la mujer y del niño, y otorga gran importancia a la Educación Física como disciplina educativa en la que el movimiento debe conseguir una unidad psico-espiritual. Así mismo esta autora busca un fortalecimiento del cuerpo y del alma, un desarrollo de la fuerza y de la movilidad corporal, y una corrección postural a través de movimientos más libres y armónicos que encaminen al individuo hacia una vida sana y enérgica. Desde la perspectiva masculina debemos nombrar la figura de Niels Bukh (1880-1950) que reaccionó contra el antiguo método Lingiano contribuyendo a la búsqueda de una gimnasia de movimientos basados en el dinamismo, la destreza, el aprovechamiento del tiempo y la espectacularidad de su puesta en práctica.
    Otra representante es Elin Falk (1872-1942) quien inicia la gimnasia escolar, caracterizada por un talante lúdico y recreativo en la que hay una combinación entre la corrección postural del movimiento y las voces de mando como recurso didáctico, con el dinamismo de las clases y la naturalidad motriz. También se produce una diferenciación cronológica e incluso sexista de la educación física al separar los contenidos gimnásticos por edad y por sexo. Su discípula Maja Carlquist (1884-1968) continúa su obra flexibilizando todavía más el método, dejando a los profesores la libertad para interpretar el trabajo gimnástico dentro de un contexto lúdico, dinámico y más natural en el que se otorga una gran importancia al desarrollo de las habilidades motrices.

El Eclecticismo
    Manifestación representada por Josef Gottfrid Thulin (1876-1965) quien, debido a la influencia de otros sistemas gimnásticos que comenzaban a desarrollarse en algunos países europeos, unifica las tendencias surgidas y resuelve el conflicto suscitado entre el carácter analítico sueco y el carácter natural y deportivo que se venía desarrollando. Además su eclecticismo no sólo fusionó diferentes tendencias gimnásticas sino que también fue capaz de ampliar terminologías gimnástico-pedagógicas a través de labores científicas. A este autor se le atribuye la creación de los "ejercicios en forma de juego" y de los "cuentos gimnásticos" conocidos hoy como "Cuentos Motores", los cuales contribuyeron, sobre todo, al desarrollo de la Educación Física Infantil.

Manifestación Científica
    Destacar a Johanenes Lindhard (1870-1947) médico y fisiólogo, cuya aportación a la Educación Física se centra en el campo de la investigación fisiológica. Este autor también contribuyó a la inclusión de la gimnasia en el ámbito universitario.

2.1.2. Consecuencias de la Escuela Sueca en la actividad física actual
    La principal consecuencia del sistema analítico representativo de la Escuela Sueca es la aparición de la gimnasia-jazz ideada en Suecia hacia 1963. En esta nueva forma de movimiento se combina la gimnasia con la música afro y el jazz, debido a la cada vez mayor relevancia que estaba cobrando la música como recurso educativo en las clases de Educación Física. La música jazz evoluciona de manera que se introduce un estilo más pop en la estructura musical, dando lugar a diferentes tipos de gimnasia que hoy se realizan en Educación Física y en los gimnasios. El ejemplo más representativo de la adaptación de la gimnasia jazz es el aeróbic, tan popularmente conocido.

2.2. Escuela Alemana: Sistema rítmico
    Guts Muths (1759-1859) y Friederich Ludwing Jahn (1778-1852) son considerados como los fundadores de la escuela alemana.
    G. Muths es concebido como el padre de la Gimnástica Pedagógica Moderna cuya aportación se inspira en la antigüedad clásica, de la que toma el término gimnástica, y se orienta hacia la construcción de ejercicios con fines educativos y curativos. Es un sistema muy similar a la escuela sueca salvo en un aspecto, y es que el movimiento se localiza en varios núcleos articulares considerándose como tales ejercicios sintéticos. Según R. Mandell (1986), G. Muths se ve fuertemente influenciado por el pensamiento racional y lógico que imperaba en la educación escolar alemana, por lo que este autor diseña unas tablas de ejercicios en las que se hacían constar semanalmente las actuaciones de los alumnos en natación, saltos o en carreras con el fin de constatar sus progresos a través de evaluaciones periódicas. Este concepto de Educación Física supone una superación del juego motor que se ve suplantado por ejercicios regulares prescritos por los educadores físicos de la época bajo unos cánones de ejecución cerrados, y en base a unos tiempos y a unos lugares sistemáticamente ideados y matemáticamente controlados. En todo momento se persigue alcanzar un rendimiento motor en las acciones.
    La delimitación racional del espacio, el tiempo, la actuación y los aparatos queda patente en los campos deportivos de Berlín donde podían verse bosques de postes, cuerdas, pesas y barras para colgarse, estirarse, saltar o trepar en los que los alumnos debían rendir al máximo para superar determinadas marcas estadísticas. Este modelo de práctica ha contribuido directamente a la aparición de la gimnasia deportiva actual.
    La concepción de la Educación Física alemana ha permitido que hoy muchos de los elementos del deporte moderno como es la elección de materiales e instalaciones concretas, el entrenamiento sistematizado o el tratamiento estadístico de los datos obtenidos en la evaluación de los deportistas hayan sido desarrollados (Mandell, 1986).
    La obra de Muths trascendió las fronteras de Alemania e influyó poderosamente en la Educación Física de buena parte de los países europeos, llegando a considerarse como una gimnasia educativa por su gran valor formativo. A este autor se le atribuye también la concepción del caballo con arcos en la gimnasia deportiva.
    Por otro lado L. Jahn introdujo un carácter político, social y militar en su método, evolucionando desde prácticas físicas llevadas a cabo al aire libre hasta prácticas desarrolladas en locales cerrados y alejados de las ciudades. Su ideología nazi y la exaltación de la raza germana hizo que su sistema se caracterizase por la exclusiva preocupación de los más fuertes y por la práctica de juegos violentos que desarrollasen la capacidad de sufrimiento y el espíritu de combatividad a través de competiciones con carreras, saltos y luchas. Este sistema no tenía progresiones metodológicas ni dosificaciones adecuadas del esfuerzo. Era un método extremadamente exigente, parcialista y discriminatorio.
    L. Jahn fue el diseñador y creador de las barras paralelas, las barras horizontales y el burro de saltos, entre otros aparatos, presentes hoy en muchas salas de gimnasia.
    La Escuela Alemana influye sobre la gimnasia española entre 1940 y 1970, la cual adquiere un talante patriótico y militar, cuyo interés es formar a individuos políticamente correctos, fuertes, disciplinados y con un marcado espíritu nacional.

Escuela Francesa: Sistema natural
    La escuela francesa dio sus primeros pasos en España, con Francisco de Amorós y Ondeano (1770-1848), máximo exponente de esta Escuela y fundador del Instituto Pestalozziano. Sin embargo al comienzo de la guerra de la independencia esta institución se ve obligada a desaparecer y Francisco de Amorós huye en el exilio a Francia, donde posteriormente desarrollará su obra.
    La Escuela Francesa se caracteriza por una concepción natural y utilitaria de los ejercicios físicos. Son acciones de carácter global, en los que el cuerpo participa como un todo en las ejecuciones y se encaminan a preparar al individuo para la vida adulta. Se pretende una mejora de la forma física con el fin de perfeccionar los movimientos naturales, lograr un dominio corporal en las acciones y conseguir un cuerpo estéticamente bello.

2.3.1. Evolución de la Escuela Francesa
    La Escuela Francesa tiene dos manifestaciones, las cuales se apoyan en estudios científicos y en una concepción alternativa de la vida:

Manifestación científica
    Representada por Esteban Marey (1830-1904) y Fernand Lagrange (1845-1909). Se relaciona con el campo de las ciencias biológicas y se llevan a cabo importantes estudios en los que se analizan los efectos del deporte sobre el organismo, se desarrollan importantes teorías sobre la fatiga y se establece una relación entre el deporte y la influencia sobre la inteligencia y el carácter del individuo.

Manifestación Técnico-Pedagógica
    Su máximo exponente lo encontramos en George Hebert (1857-1957), quien tras observar las costumbres que incidían positivamente en la forma física de los pueblos primitivos y en oposición al método analítico y artificial sueco, propone una vida al aire libre en la que los ejercicios físicos deben tener un carácter natural, entendido como algo no artificial (en el medio natural), pero sí utilitario (para el desarrollo físico integral del individuo), sin distinción entre hombres y mujeres y con carácter recreativo. Es lo que hoy se conoce como Método Natural, el cual se fundamenta en la utilización de gestos propios de nuestra especie para adquirir el desarrollo completo del individuo, dejando hacer a la naturaleza. Su idea contraria al sistema analítico sueco se basa en que los movimientos que proporcionan fortaleza al organismo son aquéllos que se realizan en la naturaleza, de forma "espontánea", como correr, lanzar, saltar,...
    G. Hebert hace una clasificación de los ejercicios físicos y los agrupa en 10 categorías. De mayor a menor importancia serían:
  • Desplazamientos simples: marcha, carrera y salto.
  • Desplazamientos complejos: cuadrupedia, trepa, defensa, equilibrio y transporte.
  • Recreación: baile y acrobacias.
    Todo ello es realizado preferentemente en un entorno natural, siguiendo un control de la intensidad de trabajo que no debe sobrepasar la capacidad máxima del individuo. Para ello divide la clase en tres niveles (fuertes, medianos y débiles) realizando el trabajo en oleadas (organización "plateau").
    También propone una individualización de la enseñanza a partir del conocimiento de las posibilidades del sujeto y del uso de ejercicios específicos de tipo utilitario de carácter alegre y recreativo.
    Tanto la manifestación científica como la manifestación técnico-pedagógica se ven superpuestas en el Eclecticismo de George Demeny, quien desarrolla una concepción de Educación Física vinculada a la mejora de la salud, la belleza corporal, la agilidad y las cualidades volitivas del hombre, aplicando los avances de las ciencias biológicas a los problemas de la Educación Física. Demeny completó la obra de su colega Hebert añadiendo en 1914 un anexo sobre la Educación Física femenina que fue incluido más tarde en las escuelas públicas francesas.

2.4. Escuela Inglesa: Sistema deportivo
     La Escuela Inglesa tiene su máximo representante en Thomas Arnold (1795-1842) y surge como reacción al excesivo academicismo imperante en la ecuación formal, donde el cultivo del intelecto era considerado como lo más importante respecto al desarrollo de lo corporal. Por todo ello este autor introduce el deporte en la escuela a través de "juegos deportivos" desarrollando la idea de "actitud deportiva", que se caracteriza por el "fair play" y el amateurismo, no sólo ante la práctica deportiva, sino en cualquier ámbito de la vida en general.
    Este método otorga importancia a la recreación, a las reglas y a la competición en los ejercicios, desvinculándose del rendimiento deportivo y asociándose con la organización y la libertad de los alumnos en las prácticas.
    En este momento es cuando aparecen muchos de los deportes reglamentados que hoy conocemos, razón por la cual se llevan a la escuela, quedando al servicio de la educación y de la formación del carácter. Si bien, estas prácticas no dejan de tener en cierto modo un carácter elitista al verse impulsadas en los colegios masculinos pertenecientes a las clases sociales más pudientes. En este proceso tiene vital importancia la celebración de los primeros Juegos Olímpicos Modernos en 1896 y su divulgación a través de los medios de comunicación. Su gran impulsor y organizador, Barón Pierre de Coubertin, será la figura que más importancia cobra en este momento ante la incorporación del deporte en la escuela. Esta aparición, además de poseer un matiz clasista, va a tener también un carácter sexista en cuanto a que Coubertín se opone a la participación femenina en la actividad deportiva por considerar antiestética y poco interesante su participación (Vázquez, 1986 y 2001; Álvarez-Bueno y cols., 1990, Vázquez y cols., 2000; Chinchilla y Zagalaz, 2002). Debido a ello este autor recibió muchas críticas, sobre todo a finales del siglo XX.

No hay comentarios:

Publicar un comentario